viernes, 21 de octubre de 2011

31

Me invitaron a una barbacoa, es hoy, no quiero ir.
Lo pasare mal y volvere a casa deprimido.
Es terrible. Me sabe mal no poder divertirme ya con ellos.
Es un intento a reunir al grupo supongo.

Me invitaron a una cena mañana, no se si quiero ir, creo que si.
Se que me dolera. Terminare depresivo, otra vez.
Pero estoy preparado, para lo que sea, 
                      por lo menos no tengo miedo.

El domingo me invitaron a follar, pero no tengo ganas.
El sexo raramente me dice nada, pero quiero libertad para amar y demostrar afecto a quien quiera y como quiera.

El lunes la psicologa me dira que no puede llevar mi caso
El lunes la psicologa me dira que me dara hora para otro dia
seguramente me dara algunos consejos y me hara algunas preguntas
y yo desahogare alguna de mis penas mas reconditas.

Odio ser consciente de mi mismo y de mi entorno.
Odio conocer las reacciones de la gente.
Odio que la gente no me tome seriamente.
Odio que la gente crea que sabe todo.

u.u quejas y mas quejas.


EDIT: aunque al final nada fue tan mal :D

1 comentario:

  1. mmmm, bueno qué decir... a veces hay que camuflarse ante los demás, parece que vivimos en un mundo donde hay que hacer lo que los demás quieren, y yo muchas veces me siento como "obligado" a que esten bien personas que de por sí están ya bien, y entonces me pregunto, ¿qué pasa conmigo? quién se preocupa de si estoy bien o mal... el caso es que cuando estamos bien todo es perfecto y el mundo nos sigue la corriente, pero cuando caemos entonces ya no estamos "in" por así decirlo, y empezamos a ser prescindibles.
    Creo que las personas son/somos egoístas por naturaleza, una vez me dijeron que no somos hormiguitas por eso hay que tirar siempre para adelante pensando en uno mismo, porque si no te quieres tú, nadie lo va a hacer.
    Otra vez también me dijeron que la vida es como un juego, a cada uno se reparten unas cartas y hay que saber jugarlas.
    Yo sinceramente creo que en la misma vida existe el cielo y el infierno, después de ella no sé qué habrá, pero si que creo en el destino, no creo en casualidades, las cosas pasan por alguna razón, y es verdad que siente más (aunque esté mal decirlo) el que está a veces triste y mal que el que siempre está contento... en el fondo es más gratificante. Te mando un beso (Pd: esa sonrisa tiene que seguir brillando)

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