sábado, 24 de septiembre de 2011

17

Rechinan mis entrañas, 
silba mi cabeza, 
cual leon feroz mi alma ruge y mi mente de repente abre los ojos,
sobresaltada i risueña
como quien de golpe y sopetón 
se percata agradablemente de que esta soñando.

Un segundo, 
tiemblo, 
al siguiente sonrio. 

Es un pequeño orgasmo mental.

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